Sunday 21 October 2012

NÜRMBERG


Viaje, llegada y alojamiento
Nos esperaban 2 semanas en Nürmberg (Nu-rem-berg), y el domingo 7 de Octubre, empacamos unos cuantos jerséis, calcetines calentitos, cepillo de dientes, otras cosas necesarias para sobrevivir (lo justo para dos semanas porque tampoco puedes meter tantas cosas en una mochila de ruta), saco y esterilla; guitarra, violín (que gracias a Dios pusieron en una furgoneta, aunque desgraciadamente me dejé el sándwich de la comida en la funda de la guitarra) y quedamos con los demás estudiantes y staff – 120 personas en total – en la parada del bus en Löbau StraBe. No sé cómo pero todos con mochillas e instrumentos cupimos en el bus que conecta el pueblecito de Herrnhut con la estación de tren de Löbau. Después de 15 minutos “ensardinados” llegamos a Löbau, donde cogimos un tren hasta Dresden. Tras 45 minutos, llegamos a la Haubahnhof de Dresden y cambiando de andén, tomamos el tren que en unas 5 horas nos dejaría en Nürmberg. Al llegar, nos dividimos en grupos y el mío – 30 personas – fuimos a una iglesia situada en la calle “7 quesos” – SiebenKas StraBe o algo así – a 10 min de la estación llamada Ekklesia. La iglesia es súper chula. Tiene una cafetería/bar, habitaciones abajo y arriba, y el sanctuary o la habitación grande donde haríamos todas las main meetings con la escuela. El primer día al llegar no hicimos mucho. Cocinamos una cena calentita y fuimos a dormir… nos esperaban dos largas e imprevisibles semanas.

Cómo es la ciudad
Nürmberg, comparado con Herrnhut, es enorme… hacía tiempo que no estábamos en una ciudad, y se nos dibujó una sonrisa en la cara al ver Starbucks, cafeterías, tiendas, gente… La parte antigua de la ciudad es el centro, y hay un muro antiguo que separa el centro del resto de la ciudad. Hay una universidad de música, otra de arte, y la vivienda no es muy cara, porque tampoco es muy muy muy turístico. Así que el arte y la música son bastante queridos por la ciudad, y es muy típico encontrarte a músicos tocando en las calles. Lo malo es que la prostitución y los locales de este tipo son legales y tristemente el tráfico de chicas se da mucho en esta ciudad, especialmente de chicas de Europa del Este, pero tanto el gobierno como la policía hacen la vista gorda. No muy lejos del centro, está la calle de la Luz Roja. Ekklesia no está en el centro centro, pero en tan solo 15 minutos nos plantábamos en pleno centro. Hay barrios fuera del centro que son turcos, y también hay mucha gente de Rumanía.

Daily Schedule
Nos levantábamos a las 8:30. A las 9 desayunábamos arriba, en una habitación al lado de la cocina de Ekklesia. La verdad es que levantarse a esta hora fue un lujazo, porque en Herrnhut estamos acostumbrados a empezar clases a las 8:30. Al ser 30 personas nos repartíamos las tareas de cada día: limpiar baños, hacer el desayuno, la cena, limpiar platos… y siempre nos quedaba tiempo libre para arreglarnos, tomar otro té o café y leer la Biblia un ratito antes de que llegaran los demás para las sesiones de la mañana, que empezaban a las 10:30. La primera semana tuvimos como conferenciante a Sam, un misionero que ha estado viviendo unos 20 años en la India, pero que también trabaja en Alemania, y que tiene historias alucinantes por contar. La segunda semana nos encontrábamos cada mañana también pero tan sólo para alabar y orar y después pasábamos los días en las calles, en las cafeterías o trabajando en nuestro arte para las performances y eventos que organizábamos para invitar a la gente que íbamos conociendo. Los lunes y miércoles organizábamos conciertos en una cafetería. Los viernes de cada semana, teníamos la “Exhibition night” donde se exponían fotografías, pinturas, los músicos cantaban y los bailarines bailaban… y había té, pastel y café para todos. Así que los días por el mediodía-tarde eran bastante diversos. Habían días en que teníamos un “plan” que seguir, pero otros simplemente improvisábamos, y Dios siempre nos acababa sorprendiendo.

Ekklesia – Nuestro hogar
Durante las dos semanas dormimos en esta iglesia. En la habitación de abajo, donde estábamos las chicas, teníamos 3 sofás que íbamos turnando cada noche, aunque el suelo era de moqueta y tampoco era tan duro dormir con saco y esterilla. Lo bueno es que en esta iglesia se hacían las main meetings, así que no teníamos que andar cada mañana para reunirnos con los demás. Lo malo es que no teníamos ducha, pero teníamos un par de picas bastante grandes en una habitación de al lado… y toallitas, así que pudimos sobrevivir dos semanas! Además podíamos ir por las tardes a ducharnos a las otras iglesias donde dormían otros estudiantes.

Luz Roja
El distrito de la Red Light es una calle estrecha y larga no muy lejos del centro. El martes de la primera semana decidí unirme al grupo de estudiantes y staff que iban a ir para simplemente caminar de una punta a la otra y orar por las chicas y los hombres que andaban por allí. Cuando llegas a esa calle es como si el aire pesara más. Notas y palpas la oscuridad de aquél sitio, pero también te sientes como una pequeña luz brillando con más fuerza al estar oscuro. Se te parte el corazón al andar y ver en cada ventana a chicas en ropa interior expuestas como productos para satisfacer los deseos de hombres que las ven como simples objetos, y que no se dan cuenta de que muchas de ellas están siendo traficadas. Hay gente que simplemente toma esa calle porque es un atajo, o hay hombres que, tras estar todo el día en la oficina, andan por esa calle porque “les viene de paso” y de paso se regalan la vista. Cuando andas por allí tienes muchos sentimientos distintos. Otros grupos de estudiantes (casi cada noche un grupo de personas iba a orar allí) pudieron hablar con algunas de las chicas, y hasta con algunos hombres, y aunque es una situación muy dura, hay esperanza y Dios aún puede hacer grandes cosas!

Sam
Fue nuestro speaker o conferenciante durante la primera semana en Núremberg. La verdad es que cuando lo escuchas hablar sus historias cuestan de creer, porque son demasiado increíbles. Sam nos retó a evangelizar en las calles, sin miedo a orar, cantar o adorar en público… y era gracioso ver como, tras estar un rato con una guitarra cantando frente al castillo, teníamos a un montón de personas a nuestro alrededor preguntando qué estábamos haciendo. Un día por la mañana subimos a la parte más alta de Núremberg, dónde se veía toda la ciudad, y fue precioso orar por ella y cantar y orar juntos desde el mirador.

Findesemana spanish
El finde tuvo un sabor español… ¡por fin! Resulta que Núremberg está sólo a 2 horas de Ulm, que es donde Ana está viviendo desde hace 2 semanas, así que decidió venir a visitarme. La fui a buscar a las 10:45 en la estación central de Núremberg, y a las 11 quedamos con Doreen y Michelle, dos chicas de Ekklesia que son estudiantes en la ciudad y que además hablan español. Estuvimos todo el día paseando; subimos al castillo de Núremberg, andamos por las calles, entramos en una catedral, comimos frankfurts con pan y  tomamos un chai tea latte en una cafetería. Por la noche fuimos a dormir a casa de Doreen y Michelle, me pude duchar (por fiiiiiin!) y tomamos té de mango con galletas. El domingo por la mañana me tuve que levantar súper temprano porque me pidieron tocar el violín en la alabanza, pero Doreen se levantó antes y nos preparó un suculento desayuno alemán con yogurt, muesli, fruta recién cortada, madalenas…. ¡Fue una pasada! Después del morning service, Ana y yo fuimos a pasear un rato, hacía un día de sol super bonito, e invitamos  Doreen a comer. Después acompañé a Ana a la estación, tomamos un té mientras esperábamos su tren y, aunque un poco tristes, nos despedimos. 

Flashmob
Durante la primera semana, tuvimos la idea de hacer un Flashmob de la canción “Beautiful things” de Gungor. Así que el martes ensayamos con toda la escuela: músicos, cantantes, fotógrafos, bailarines… se te ponía la piel de gallina en los ensayos! El miércoles a las 13:30, quedamos en la plaza central delante de la catedral Lorenz Kirche. Evelyn y Zach empezaron a cantar la canción solos. Al final de la primera estrofa, entrábamos los dos violines: yo y Darby. El problema es que mi funda no se abría. La cremallera se encalló y ya me veis a mí intentando abrirla por todos los medios posibles. Al final por fin se abrió y entré corriendo en la segunda estrofa. Pero el flashmob fue precioso. Pronto lo colgaran en youtube y ya lo pondré en el blog!

Francisco – Mr. White
En la misma plaza en la que queríamos hacer el flashmob, había cada día un hombre vestido de blanco en plan estatua de las ramblas. Nunca habíamos hablado con él, pero había que decirle algo antes del flashmob en plan: “dentro de un rato vamos a hacer una canción y la gente se irá sumando… no te asustes!” – Una chica del equipo lo intentó, pero al cabo de un rato me viene diciendo: “Keila! Es español! Habla tú con él” – Así que fue y resulta que se llama Francisco y que es de Tarragona. Después del Flashmob, estuve hablando un rato con él, y quedamos que al siguiente día haríamos un café. Me estuvo explicando toda su vida, de cómo hab sloemd﷽﷽﷽aron a cantar laque enida, de con que es de Tarragona. Desputa hacer una cancipondñr eZach empezaron a cantar laque enía llegado a ser y trabajar de estatua, de su infancia, un poco triste la verdad: su padre murió cuando era un niño y su madre se fugó con un camionero, así que se crió con su abuela y su hermano pequeño. Yo le expliqué en qué consistía YWAM y nuestra escuela, y el por qué estábamos en aquella ciudad. Quedamos que vendría a la exhibition night del viernes, porque así nos podríamos despedir y charlar un rato más, pero aunque me aseguró que sabía la dirección y que quería venir… no apareció. Me supo mal no despedirme de él, aunque fue especial conocerlo!

Hans
Hans es quizás la historia más alucinante. Conocí a Hans a finales de la primera semana, en el Starbucks. Gafas, el poco pelo que le queda es blanco, corbata negra con topos blancos, chaleco y manos un tanto cortadas por el frío. A primera vista parecía un anciano un tanto refunfuñón, pero como estaba sentado a mi lado, decidí intentar entablar una conversación con él con mi pequeño nivel de alemán. Dos chicas que venían conmigo empezaron a orar para que Dios me diera palabras, y lo creáis o no, estuve hablando con él una hora. Me contó que aunque ahora tocaba en las calles, había sido solista de la filarmónica de Alemania, pero que al ser mayor – tiene 79 años – ya no tenia trabajo. Me explicó que tiene 3 violines, uno de ellos es un Stradivarius y el otro no recuerdo el nombre, pero el más sencillo que tiene es un violín de 300 años de antigüedad, que es el que utiliza para tocar en las calles. Le pregunté qué días estaría tocando y dónde porque me encantaría escucharlo. Durante la siguiente semana no hizo muy buen tiempo, así que me lo encontraba bastantes veces sentado en aquél mismo sillón de aquél mismo Starbucks. El jueves por la noche, estábamos tocando enfrente de StLorenz Kirche – donde por cierto me encontré con 3 españoles: una chica, su novio y la madre de la chica que haba﷽﷽﷽﷽﷽﷽﷽﷽s: una chica, su novio y la madre de la chica que habo no recuerdo el nombre, pero el mach empezaron a cantar laque enía venido de visita, con los que hablé un rato sobre nuestra escuela, sobre lo que hacíamos allí y todo – vino Erik corriendo a decirme que Hans estaba tocando el violín en esa misma calle. Fuimos hacia allí y sí, estaba tocando ¡y cómo tocaba! Al verme, me dejó probar su violín… no podía dejar de sonreír! Entonces fue cuando me dijo que me lo vendía por 200 euros si le daba mi violín, que según él, era para niños. Yo le dije que no podía darle mi violín, porque aunque no era muy bueno, lo había tenido toda mi vida. Entonces me dijo que por 300 euros, aquél violín de 300 años de antigüedad era mío. No me lo podía creer. Sólo mi arco me ha costado casi 200 euros, así que este precio por un violín así era una broma. Igualmente le dije que no podía comprarlo ahora, porque aún tengo que pagar los 3 meses de outreach, y que tenía que consultarlo con mi familia y que no podía pedir este dinero ahora. Iba a marcharme cuando, al girarme, veo que algunos de mis compañeros y staff que estaban allí estaban sosteniendo unos billetes. –“Este violín tiene que ser tuyo, Keila!” me dijeron. Empecé a llorar, Hans me abrazó y me dijo que su violín me daría suerte y que siguiera tocando porque veía que tenía manos de violinista – “Nada de tocar la guitarra” – me dijo. Es curioso cómo cuesta más aceptar una bendición que darla. Justo antes de marchar a Nüremberg, nos hablaron sobre la generosidad, y una chica dijo que cuando estaba haciendo su DTS, al dar cosas, recibía siempre el doble. Aunque estaba un poco escéptica respecto a esto, sentí que Dios quería que diera 150 euros – la cantidad para ir a Núremberg, a una de mis compañeras, que no tiene mucho dinero ni apoyo desde casa. Entregué un sobre a una persona del staff para que se lo diera de forma anónima. Lo curioso es que el violín costó 300 euros. Exactamente el doble de lo que di. Fue una noche alucinante. Así que ahora tengo un violín precioso antiguo que suena increíblemente bien y al que he llamado “Hans peligro”. Se llama Hans por Hans y porque uno de los estudiantes que puso dinero se llama Erik-Hans, y peligro porque Allie, otra de las chicas que ofreció dinero para pagarlo está aprendiendo español y quería llamarlo así. é﷽﷽﷽﷽﷽﷽﷽﷽euros si le daba mi viol lo vend, corbata negra con topos blancos, chaleco y manos un tanto cortadas por el frio.ue en

Adrien
Una de las personas que me llevo en mi corazón es Adrien. Tiene 53 años y es homeless. Cada día lo encontrábamos sentado en medio del túnel que conecta la ciudad con el centro. Es de Rumania, y trabajaba conduciendo camiones, pero enfermó de diabetes y por problemas en la pierna perdió su trabajo, perdió su casa en un incendio y ha acabado en Núremberg, donde gracias a Caritas y a personas de una iglesia rumana, tiene sitios donde dormir por las noches y medicina cuando su pierna empieza a doler. Siempre que podía me sentaba un rato con él. Le gustaba que orase en español porque el rumano y el español se parecen un poquito. Un día que hacii m﷽﷽﷽﷽﷽﷽aba que orase en español porque el rumano y el español se parecen un poquito. Un dir por las noches y medicina cuando ía mucho frío Marlisse y yo tuvimos la idea de ir a comprar té calentito y un bocadillo, pero compramos dos tés más para nosotras, y fuimos y nos sentamos con él, y estuvimos una hora charlando y disfrutando de un té calentito. Fue muy triste despedirme de él y pensar que seguirá allí cada día. Oro para que Dios restaure su pierna, su trabajo y su vida.

Vuelta a casa
El sábado nos levantamos super temprano, empacamos nuestras cosas, limpiamos Ekklesia y cogimos un tren desde Nürmberg hasta Dresden. 5 horas para descansar, dormir un poco, comer un sándwich e intentar asimilar todo lo vivido en las pasadas dos semanas. Llegamos a casa sobre las 5 de la tarde, ya que tuvimos que esperar un buen rato en Löbau porque los buses hacia Herrnhut los fines de semana pasan no muy a menudo. Es curioso como después de estar dos semanas fuera el apartamento sabe a hogar dulce hogar, y cada día más es como estar en casa… aunque eso sí, sin la comida de mamá… pero estoy aprendiendo! Un besito y un súper megabrazo desde el Water Castle en Herrnhut… ¡gracias por leer toda mi aventura en Nürmberg! y por seguir siguiendo mi camino… INTO THE MOTA.

Keila.

1 comment:

  1. Desprès de llegir tot el que has viscut aquests dies a Nuremberg, i suposso que serà un resum de tot el que has viscut, ens sentim molt petits, al veure que cada segon de la teva vida la vius per ELL, i per això, cada ocasió es bona per notar i veure la seva mà.
    T'estimem i anyorem

    ReplyDelete