El
sábado ya hizo una semana que llegamos a la base de JCUM en Hernnhut. Parece
mentira. Los miedos y los nervios del primer día ya han desaparecido. Hasta
parece que llevemos más tiempo viviendo y compartiendo juntos como comunidad.
En el piso cada vez lo pasamos mejor con las chicas. Parecemos hermanas!
Compartiendo ropa, peinándonos el pelo y haciéndonos trenzas, cantando,
desayunando, riendo, llorando y orando juntas… aunque cada una es diferente y
todas tenemos nuestro carácter, dado el limitado espacio que tenemos y la
cantidad de chicas que somos (14 chicas en 3 habitaciones con cocina y UN solo
lavabo) lo llevamos bastante bien.
El
sábado me toco work duty. A todos nos toca una tarea, y a mi me ha tocado (Dios
es muyyy gracioso) cocinar los sábados. Somos 8 chicas y seguramente para no
estar todo el día (tenemos que preparar un brunch y la cena) nos dividiremos en
2 grupos (4 y 4) e iremos turnando mañana y tarde. De momento ya he aprendido a
cocinar patatas con salsa de pimiento dulce.
El
domingo fue un día completo. Nos levantamos un pelín más tarde de lo normal y
Tabea y yo nos pusimos la chaqueta encima del pijama, un par de gafas de sol
(para que nadie nos reconociera por la calle) y fuimos en busca de crusanes
calentitos para tener un desayuno guai ya que era domingo. Pero la panadería de
Herrnhut no abre los domingos… así que volvimos al piso desilusionadas. Aunque
al final fue mejor que la panadería estuviera cerrada, porque Elsie, la chica
francesa del piso, y Dámaris (otra chica alemana que habla francés y que vive
en el castillo) habían hecho dos panes enormes y preciosos. Así que invitaron a
otras chicas del piso (Joy, Tabea, yo y Lisa) y hasta Johannes vino desde el
Water Castle para probar el pan. Fue un desayuno súper divertido, y a pesar de
que éramos bastantes, comimos como auténticos reyes! Después me pegué una ducha
y Tabea me hizo una trenza muy bonita J
Ya arregladas, decidimos aventurarnos a Löbau, que es un pueblo que está a 14
km de Herrnhut. Los buses el domingo sólo pasan cada 2 horas, así que mientras
esperábamos el bus, decidimos hacer autostop para ver si algún coche paraba
antes y nos podía llevar. Hasta hicimos un cartelito que decía: “Löbau,
bitte?”. En unos 15 minutos, un coche paró. Lo conducía un padre, y su hija iba
de copiloto. Parecían majos así que Tabea y yo subimos súper emocionadas
contándoles que queríamos ir a Löbau porque hacían un TrödelMarket, que es como
un mercadillo donde todo es bastante antiguo y de segunda mano. El hombre,
super amable, hasta intentó llevarnos al sitio exacto dónde se celebraba el
mercadillo… pero no lo encontró. Así que nos dejó en medio del pueblo, y tras
un Danke schön, nos despedimos de ellos. Es curioso como hay gente que entra en
tu vida durante un período de 5 minutos… y luego desaparece para siempre.
Ya
en Löbau, preguntamos a dos señoras mayores que andaban por la calle si sabían
dónde estaba dicho TrödelMarket, y nos dijeron que estaba siguiendo una
carretera a un km y medio más o menos. Bajo un sol un pelín abrasador, empezamos
a caminar y por fin, encontramos el sitio. Todo eran mesas con joyas, gorros,
ropa, objetos extraños… súper antiguos y graciosos. Tabea se compró dos
camisetas, y después regateamos el precio de dos anillos que nos gustaban. Y
finalmente… la vi. Una bici. Una bici un poco escacharrada y viejita pero con
ruedas grandes! Y lo más importante: un cartel que ponía: 30 euros. Recuerdo
que al principio de la semana comenté: Ojalá tuviera una bici… y allí estaba!
El vendedor súper amable me dijo enseguida que me la dejaba por 25 euros. La
probé y aunque los frenos no funcionan y la luz no parece querer encenderse,
acepté su oferta, y salimos de allí con la bici, las camisetas, los anillos… y
una sonrisa de oreja a oreja. Lo malo era que ahora con la bici no podíamos
hacer autostop para volver a casa, de manera que buscamos la estación de tren
porque enfrente habían buses que iban hacia Hernnhut. Llegamos y el próximo bus
no pasaba hasta dentro de dos horas, así que empezamos a pasear por las calles
de Löbau, y fue genial porque estaban llenas de tenderetes, globos, algodón de
azúcar… no sé qué estaban celebrando, pero Tabea y yo nos mezclamos entre la
gente, compramos unos fideos chinos por 3 euros y nos sentamos en un banco al
lado de un parque. Las dos horas pasaron volando y fuimos a coger el bus, que
en tan sólo 10-15 minutos nos dejó en Hernnhut. En casa las chicas no se creían
lo de la bicicleta, que por cierto, hemos apodado con el nombre de “Trudy”.
Así
que… ¡primer fin de semana superado y disfrutado con éxito! Aunque se echan de
menos las clases, siempre va bien desconectar y descansar un par de días ;) Hoy
ya es miércoles y el principio de esta semana ha sido bastante retador pero muy
especial… a ver que sucede hoy! Prometo actualizar pronto! Os quiero y como
siempre… gracias por seguir mi aventura into the mota!
Keila.
Keila.
que pasada keili :) me encanta!! me alegro que estes tan bien!!! pinta todo super super bien!!!! sobre todo la fellowship entre vosotras!!
ReplyDeleteaunque...lo de un baño para 14.....madre...no quiero ni pensarlo!! :p
mwuah!!!!!!!