Sunday 26 August 2012

Maleta llena, y maleta vacía.

Ya está.
Mañana a las 7 salgo de mi hogar dulce hogar y no vuelvo hasta dentro de 6 meses y pico. Pasaré unos días con la family y el jueves cojo un vuelo a las 3:00 am desde un aeropuerto perdido en Turquía, para poder llegar a Dresden a las 11 am, antes haciendo escala en nosequé aeropuerto Alemán (creo que era Munich).
Hace un par de días, envié mi maleta llena a rebentar (sólo nos dejan llevar una maleta) ya que desde el pequeño aeropuerto turco sólo puedo viajar con equipaje de mano. Y, a pesar de estar hipermegallena, aún tengo esa sensación de: "me he dejado algo superimportante".
Estos días vienen cargados de muchas emociones y pensamientos juntos. Me he dado cuenta de que no me gustan nada las despedidas, y casi que prefiero irme por la puerta de atrás sin despedirme de cada uno, porque me da pena no poderos abrazar, achuchar o hacer cosquillas... el skype no ha avanzado tanto para eso (aún). Pero sé que será un tiempo súper bueno, y tengo mariposas en la barriga cuando pienso en lo que Dios va a hacer y cambiar en mi vida. Así que aparte de llevarme una maleta llena hasta arriba, también me llevo una maleta vacía, para poder poner todo lo que voy a aprender de Dios, todos los sueños que él pondrá en mi corazón, toda la gente nueva que conoceré, canciones nuevas que compondré, risas, llantos, y las mil aventuras que viviré. Y espero... que al volver esté aún más llena que la que me llevo de equipaje físico! (Y de verdad, que eso es decir mucho... nunca antes había visto una maleta con tantas cosas dentro; tuve que usar bolsas para envasar mis jerseis y mi edredón al vacío como si fuera jamón serrano). Y sí, prometo compartir contigo lo que Dios vaya poniendo (o quitando) en esta maleta... de hecho para esto es este blog!
Gracias por seguir mi aventura into the mota.

Keila.

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